martes, 23 de agosto de 2016

Carlos Álamo Ybarra

Hace unos pocos días cayó en mis manos un pequeño tesoro: un libro cuyas tapas estaban envueltas en una doble capa de papel, titulado Río Negro, escrito por D. Carlos Álamo Ibarra, un escritor venezolano que recogió en esta obra todo un tratado antropológico. Desde las explotaciones de oro a las plantaciones de caucho y el papel de los europeos en la explotación de los recursos de los indígenas, a la definición magistral de las prácticas de los caciques que se hacían dueños de las riberas del Orinoco.
El libro, además de mostrar una capacidad descriptiva fuera de lo común, tenía otra sorpresa añadida. Cuando me lo regalaron - doy aquí las gracias a D. Julián Fueyo, vecino de Asturias - presentaba el aspecto de un libro envuelto, que al abrirlo desvelaba diferentes imágenes de los nativos, y de las prácticas de la zona. Sin embargo, la procedencia del libro, fuente sin duda católica, me había deparado una nueva sorpresa. Me di cuenta al buscarlo en internet y ver allí la portada. Con la curiosidad de saber que se trataba del mismo ejemplar que el mío, despojado de su falsa cubierta vi que tenía otra capa más de tapadillo, un papel de periódico de la época, que hacía las funciones de asegurar la censura, pues bajo dichas dos capas, no había otra cosa que un desnudo de una nativa, que aparecía mostrando sus virtudes de cintura para arriba.
Al margen de este chascarrillo, realmente la lectura del libro "Río Negro" es fascinante para quienes gusten de la historia y la antropología del Amazonas, así como para los amantes de la aventura, pues la redacción, además de ser precisa, está entramada de forma novelesca. Un gran descubrimiento sin duda el de Carlos Álamo Ybarra.

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